Así como están las personas que se expresan muy bien al hablar, también están las personas que saben escuchar. Se podría comparar este fenómeno con los polos opuestos, el negativo y el positivo, o el bien y el mal, así es como estos seres que no pueden existir el uno sin el otro, del mismo modo siempre está el ser que habla y el que escucha, ambos se necesitan y se complementan.
Hay seres humanos que sienten la necesidad de compartir su vida con otros contándoles sus alegrías, tristezas, trabajo, relación y día a día, pero estas personas son buenas expresándose más de lo que escuchando, lo importante es encontrar en el otro un complemento, un amigo, un alma.
Si en el camino encuentras a esa persona en la cual confiar, ese amigo que te escucha sin juzgarte, entonces ya has encontrado un tesoro. Muchos son los que oyen, los que se prestan a otro ser, que necesarios son!! y que poca importancia reciben a veces.
El fin de una comunicación es que ambas partes expresen sus ideas y sean oídas, cuando en un espacio la gente solo habla y se escucha así misma la descarga de emoción no se realiza como debería.
Decidí hablarles de esto hoy, porque a mi me ha tocado muchas veces escuchar una y otra vez la misma historia y como notaba que a esas personas les hacia bien o les producía nostalgia las dejaba hablar y hablar por horas y al fin sentía que había hecho algo bueno por ellas. A mis amigas siempre les dejo el espacio necesario para que puedan hablar y compartir sus sentimientos, creo que les doy mi apoyo de esa forma como así existen ciertas personas que me oyen a mi. Hoy quiero agradecer a todas esas personas que alguna vez estuvieron ahí, solamente para escucharme. Gracias!! Y recuerden a veces se ayuda hablando y otras escuchando...
Con todo mi cariño. Paula
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